Lorenzo Córdova, el Señor Inquisidor


#LaCuartaTransformaciónVa


El Gran Inquisidor despacha desde su lujosa oficina, ubicada dentro del no menos lujoso complejo del Instituto Nacional Electoral. En ese pequeño reino no aplica la austeridad. Todo es grande y costoso, de acuerdo a los deseos de una corte que ni por equivocación se siente compuesta por funcionarios públicos.

Lorenzo Córdova y sus consejeros aliados, llevan una vida de lujo, pagada con dinero público. Se han negado reiteradamente a poner en práctica dentro del Instituto Nacional Electoral, el tope salarial que les impediría ganar más que el presidente de la república. Resquicios legales han sido usados para colocarse por encima de lo que dispone nuestra Carta Magna. La situación difícil que vive el país, donde muchos se han quedado sin empleo debido a la pandemia que padece el mundo y otros han visto disminuidos sus ingresos por la misma causa, no ha merecido empatía de parte de estos consejeros, con el resto de los ciudadanos en el país. La defensa de sus altos salarios ha sido una bandera que Lorenzo Córdova, Ciro Murayama y otros, no están dispuestos a dejar caer.

Estos mismos personajes que violan la Constitución por motivos mezquinos, son quienes se envuelven en la bandera nacional y claman por una defensa de nuestra Carta Magna, cuando se trata impulsar medidas que favorecen a las fuerzas opositoras en el país.

Al diputado Fernández Noroña (que definitivamente no es santo de mi devoción), se le fueron con todo, solicitando a la dirigencia de la Cámara a la que pertenece, se aplique una sanción ejemplar, en virtud de que este diputado fue acusado de agresión verbal "agravada", en una respuesta oral dirigida a una de sus compañeras panistas.

El caso es que Gustavo Madero, aspirante a gobernador de Chihuahua, realizó una acción similar mucho más "agravada" aún que la ocurrida con Noroña. Madero subió al estrado donde se ubica la mesa directiva de la Cámara y se le fue encima a la presidenta de la misma. La oportuna intervención de otros legisladores impidió que la violencia desatada de Madero, tuviera mayores consecuencias.

Hay una denuncia en contra de Gustavo Madero por estos hechos y las autoridades del INE, tan rápidas y severas en el caso de Noroña, mantienen silencio y un tortuguismo cómplice bastante evidente.

El Gran Señor Inquisidor, Lorenzo Córdova, junto a su fiel patiño Murayama, se acuerdan milagrosamente en las últimas semanas, de que hay un artículo constitucional que impide la sobre-representación en la Cámara de Diputados. Ese problema lo vive el Congreso desde el 2012, cuando gobernaba el neoliberalismo. Pero a los inquisidores del antiguo IFE, hoy INE (para el caso es lo mismo), les importó poco esta composición indebida de la Cámara. A final de cuentas su interés estaba concentrado en el triunfo del PRIAN y mientras más numerosas fueran sus bancadas, mejor.

Lo curioso del caso, es que en sus desplegados publicados en la prensa conservadora, el señor Inquisidor Córdova y su comparsa Murayama, hablan de una defensa de lo que establece la Constitución en uno de sus artículos, olvidando que cada quincena o día de pago, ellos violan reiteradamente el contenido de otro artículo constitucional. Cobran indebidamente más de lo que percibe el presidente de la república.

Esa forma de entender el contenido de nuestra carta Magna, es similar a la que utilizaba el Tribunal del Santo Oficio en el pasado, para aplicar la Ley Divina, en base a una lectura tendenciosa de la Biblia.

El castigo hacia algunos, era de una dureza extrema, mientras que el encubrimiento para aquellos que favorecían el desmesurado enriquecimiento de la Iglesia de entonces, era suave, o nulo.

Lorenzo Córdoba y su escudero Murayama, pretenden silenciar la voz del presidente del país, alegando que "podrían" suceder actos de apoyo a favor de determinado partido político, si el titular del ejecutivo tiene plena libertad para expresarse en tiempos electorales. Pero al mismo tiempo, el Gran Inquisidor habla en un acto público, de los "peligros" que puede generar el populismo.

Populismo para la clase conservadora, de la que Córdova y Murayama forman parte, significa un gobierno que atenta contra sus intereses y privilegios. Es populista quien atiende a las necesidades de millones de mexicanos y no únicamente a las de unos cuantos millonarios. Populista es quien combate la corrupción, que incluye necesariamente el término del fraude electoral, tan del gusto del señor Inquisidor.

Un presidente que practica ese tipo de "populismo" (que me apunten en la lista, dijera Obama), estorba a la clase conservadora.

Hay que callarlo. Sancionarlo. Sacarlo del gobierno.

Por eso la intención de no permitir que el presidente se exprese con libertad, aduciendo "posibles" infracciones electorales que no se han dado.

Lorenzo Córdova pretende asumir una posición más allá de la de juez electoral. Quiere que el INE pase de ser árbitro, a Tribunal Supremo. Intenta legislas sin tener facultades legales para hacerlo. Desea censurar a la autoridad pública, para favorecer a la causa de una oposición que lo colocó en el puesto que hoy disfruta. Quiere pagar favores a quienes le permiten hasta hoy, cobrar sueldos desproporcionados.

Lorenzo Córdoba se mira como el Gran Señor Inquisidor que condena a garrote u hoguera a quienes no están del lado correcto de "su" verdad". Viola la Ley permanentemente y al mismo tiempo condena, censura o castiga a quienes cometen faltas menores o iguales a las suyas.

¿Qué tipo de organismo es entonces el INE?

Uno que arrastra hasta hoy los vicios del neoliberalismo. Una estructura contaminada, onerosa e ineficaz, cubierta por la suciedad de infinidad de fraudes electorales, que solamente los consejeros de ese organismo no vieron.

El Tribunal Electoral ha tirado varias decisiones del INE, por improcedentes.

Es necesario que el Poder Judicial asuma una posición auténticamente democrática, en cuanto a las ocurrencias de Lorenzo Córdova y su camarilla de incondicionales.

No tienen facultades para modificar leyes en tiempos electorales. No pueden censurar al presidente, argumentando que "podría" cometer alguna infracción a la Ley Electoral. ¿O son adivinos?

No debemos permitir que el Señor Inquisidor se salga con la suya.

¿Quiere Lorenzo Córdova que la Constitución deje de ser violada en todos sus artículos de manera inmediata?

Que deje de cobrar su alto salario desde hoy, para poner la muestra.

De no hacerlo así, estaremos presenciando una farsa más, de la gente que milita disfrazadamente en las filas del conservadurismo.

Quien se conduce en todo como conservador, es un conservador. No hay más.

Defendamos la Cuarta Transformación de estos impresentables.

Malthus Gamba

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