Llamar inculta a una sociedad combativa, es mala estrategia conservadora


#LaCuartaTransformaciónVa


Ahora que tenemos claro que los grupos opositores en México, son una minoría rencorosa, nostálgica de un pasado de privilegios y minoritaria en comparación con el amplio apoyo social que se otorga al presidente de la república y al gobierno de la Cuarta Transformación, es tiempo de hacer algunas reflexiones sobre la equivocada estrategia de la clase reaccionaria, para recuperar el poder en el corto plazo.

La marcha fifí del domingo pasado, pese a todos los acomodos periodísticos que pretenden hacerla pasar por un evento multitudinario, fue un rotundo fracaso para el movimiento conservador.

Escasa asistencia, evidente acarreo de empleados, políticos profesionales que intentaban aparecer como sociedad civil y un discurso de odio sin propuesta real que despierte el interés del pueblo.

En poco más de un año, desde la monumental derrota sufrida a manos de Morena y del hoy presidente López Obrador, la derecha mexicana no ha avanzado un paso para dar forma a un nuevo proyecto nacional, que compita con el Programa Nacional de Desarrollo de la Cuarta Transformación.

El día de ayer, sin reflexión paciente y desapasionada, sobre el fracaso de la marcha dominical, los periodistas conservadores, que solo esperan instrucciones de quien hoy les cubre el "chayote", se dedicaron a componer columnas de opinión, donde dan cuenta de un repunte de la derecha, en una marcha inexistente en la vida real, a la que califican de muy nutrida.

Fotos amañadas e imágenes de otras marchas que nada tienen que ver con el evento fifí del domingo, fueron usadas para intentar engañar una vez más, a una audiencia que tiene plenamente identificados a quienes se dedican en forma cotidiana a difundir noticias falsas.

La estrategia de crear la ilusión de un evento concurrido, fracasó también. Los ciudadanos se dieron perfecta cuenta de que los conservadores son pocos y carecen de un proyecto alterno en este momento.

Gritar y descalificar al presidente y a la Cuarta Transformación, no es propuesta política.

Al mismo tiempo, estos periodistas de derecha intentan desde ayer, deslegitimar el apoyo al presidente López Obrador.

Escriben y transmiten en forma impresa y electrónica, que la concentración en el zócalo capitalino, donde el presidente rindió su primer informe de gobierno, fue un acto de escasa asistencia.

Llaman acarreados a quienes acudieron al llamado del titular del ejecutivo y lo que es realmente ofensivo: los califican de gente sin preparación, faltos de criterio personal, que siguen incondicionalmente a un líder que compra conciencias.

Ese es el punto que interesa analizar.

Los conservadores parecen olvidar que la esencia de la democracia, es precisamente el mismo valor que tiene la opinión y participación de cada ciudadano.

En la democracia no hay ciudadanos de primera y de segunda clase. Todos disfrutan de los mismos derechos, beneficios y obligaciones.

Juzgar a un grupo de personas por su apariencia física, o por consideraciones de carácter cultural, es discriminación.

Y a eso le están apostando hoy en día los conservadores.

Hablan, a través de sus periodistas chayoteros, de un apoyo social a la Cuarta Transformación, que tiene como base fundamental, a la gente más pobre del país.

Todos los que tienen confianza en el gobierno de cambio encabezado por López Obrador, son pobres que se han visto beneficiados por los programas de apoyo social implementados el presidente.

Los únicos que apoyan el proyecto nacional de cambio, son los ciudadanos jodidos. Así lo expresan.

Si ustedes revisan las notas escritas o difundidas este día por Raymundo Riva Palacio, Héctor de Mauleón, Risco, Pablo Hiriart y otros más, apreciarán que la línea es la misma: descalificar a quienes acudieron a la concentración del domingo en apoyo al presidente, señalando que son la parte más pobre económica y culturalmente, del país.

Su intención es entendible. Tratan de jalar a la clase media en favor de los intereses conservadores, mediante un juego que tal vez ellos entiendan como de "psicología inversa", entendida como: "si apoyas a la Cuarta Transformación, eres parte de los más jodidos en el país; mejor regresa con nosotros".

Desde la campaña presidencial, se han publicado estudios y mediciones que dan cuenta de que la gente más preparada en México, también está a favor del proyecto de la Cuarta Transformación.

Efectivamente, los menos favorecidos por el neoliberalismo rapaz, apoyan este cambio sano para nuestro país, pero no son los únicos.

Estudiantes, técnicos, profesionistas, empresarios, investigadores, intelectuales y científicos, participan activamente en este proceso transformador.

Quienes tuvimos la oportunidad de asistir a la Plaza Mayor del Centro Histórico el pasado domingo, constatamos que había representación de todos los segmentos sociales en el acto. Desde gente muy humilde, hasta personas que por su indumentaria podían considerarse pertenecientes a sectores sociales más favorecidos.

Pretender que el cambio que requiere México es apoyado únicamente por gente humilde, es equivocado. Llamar a quienes brindan este apoyo al gobierno "faltos de criterio" o "gente inculta y sin preparación" es mentiroso.

La derecha mexicana se dará cuenta tarde o temprano, de que esa estrategia simplista, burda y ofensiva, no le brindará los dividendos que espera.

Los periodistas que antes manipulaban la opinión pública, están relegados. Pocos atienden las mentiras que intentan fijar en la mente de los ciudadanos.

Esa prensa que antes se constituía en "Cuarto Poder", está totalmente desacreditada. Lo que dicen, a pocos importa.

Medios alternativos que desenmascaran a diario este tipo de campañas desinformativas, están mejor valorados por los ciudadanos.

La gente humilde es prioridad para el gobierno de la Cuarta Transformación. Son quienes fueron más afectados por la corrupción y rapacidad neoliberales.

A este sector va dirigida la política social, que intenta emparejar el suelo para todos los mexicanos. Y ese proyecto de cambio es entendido, aplaudido y apoyado por las demás clases sociales progresistas.

Los conservadores están solos, en un mundo imaginario sonde siguen siendo el núcleo privilegiado que representa lo mejor del país.

Necesitados de la clase media para reconstruir su proyecto de corrupción y saqueo, intentan atraer hacia la derecha, a algunos grupos que han sido sus aliados en el pasado.

No entienden que la sociedad cambio mucho, en tan solo un año. Ya no existen esos aliados potenciales.

Todo México quiere paz, menor desigualdad, democracia, mejores posibilidades de vida y armonía.

Eso es lo que está construyendo la Cuarta Transformación.

Un país donde haya posibilidades para todos.

Malthus Gamba

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