La Cuarta Transformación en un mundo que cambia

#LaCuartaTransformaciónVa
La pandemia de covid-19 trajo consigo un desajuste económico de repercusiones mundiales. Las naciones del planeta ven con preocupación cómo sus economías se colapsan con el cierre obligado de la industria y el comercio. Las cadenas de producción entre los países productores y consumidores, se rompen a consecuencia del paro de actividades que implica la "sana distancia".
Con esto, queda en evidencia que la globalización, no era la panacea prometida. Tiene vicios de origen que ponen en riesgo la seguridad nacional, en tiempos en que no es posible producir y consumir libremente.
El mundo del mercado libre se muere, tal y como lo habían anticipado numerosos sociólogos, geopolíticos y economistas estudiosos de este tema.
Se sabía que una crisis a gran escala estaba amenazando las finanzas y economías de todas las naciones. Se desconocía el momento preciso en que esta catástrofe se presentaría. Pero evidente que su llegada era inminente.
El detonante fue una pandemia originaria de China, que se ha desplazado a lo ancho y largo del planeta.
El mundo del mercado libre, donde todo lo existente debía ser considerado mercancía, mostro a los ciudadanos sus limitaciones en lo que respecta a seguridad social. Los países donde los servicios médicos fueron privatizados, son lo que más dificultades enfrentan para dar atención de calidad a quienes adquieren el contagio epidémico. No hay equipo ni hospitales suficientes para cubrir una demanda que excede la capacidad de atención que se ofrece en los hospitales y clínicas particulares. Aparte lo caro que resulta acudir a un servicio particular, para la atención del contagio.
La falla se origina en el gobierno que renuncia a su obligación fundamental. El modelo capitalista, en su etapa neoliberal, obliga a la privatización de la mayor parte de las obligaciones que competen a la administración pública. Las empresas, por muy grandes y poderosas que sean, nunca tendrán la cobertura suficiente para cubrir las necesidades de la población en todo el territorio nacional. El sector privado ve por su ganancia en todo momento. El compromiso social es para ellos secundario, o letra muerta.
Este deterioro del capitalismo, tal y como lo conocemos, se hizo evidente con la presente pandemia.
Los países más poderosos del planeta, así como los centros financieros que regulan los mercados y las economías de todas las naciones, ven hoy que es obligado un cambio de rumbo que rompa con el neoliberalismo de manera definitiva.
Es algo que estamos viendo en estos momentos en todo el mundo y México empieza a tomar las medidas necesarias para ajustar su economía, a este nuevo ritmo que comienza a consolidarse.
Lo global deja de ser piedra de toque dentro de este cambio. Hoy en día vemos cómo las naciones más poderosas del planeta, vuelven la vista hacia sus mercados internos y hacia las zonas regionales que se localizan en su vecindad.
Estados Unidos renuncia a un comercio preferente con China. Prefiere que la maquila y los productos que requiere para su consumo y desarrollo, provengan de mercados más próximos. Rusia hace lo propio dentro de sus fronteras, al igual que China. El mundo se regionaliza y renuncia a una globalización que no trajo los beneficios esperados.
El gobierno de México está consciente de los cambios que se dan a nivel mundial y apuesta a la regionalización como posibilidad de desarrollo en el corto y mediano plazo.
Si China deja de ser el proveedor de recursos para el mercado norteamericano, nuestro país puede tomar ese lugar preferente y colocar productos nacionales en el país del norte. Regionalmente, ese intercambio comercial beneficia a las naciones de la zona. Canadá está en la misma situación y nuestro comercio con centro y Sudamérica es otra ventana de desarrollo abierta.
En la conferencia mañanera del día de hoy, el presidente López Obrador señaló varios aspectos del plan de rescate económico diseñado para después de resuelta la actual pandemia.
Anunció, como lo han hecho los expertos en el tema, la muerte inevitable del neoliberalismo. Sus limitaciones y su incapacidad para dar respuestas sociales ante cualquier crisis.
Pero además fue muy explícito sobre el tipo de economía que desarrollará nuestro país en adelante. Una economía que arranca de la parte baja de la pirámide social. Se protege sobre cualquier otro factor, al consumo. Si hay consumo, se detona el crecimiento económico.
Es la visión opuesta al modelo neoliberal, que apostaba todo al crecimiento, aunque el consumo fuera mínimo.
Para que el consumo se fortalezca, necesariamente debe haber recursos económicos en los bolsillos de los sectores más desfavorecidos del país. La gente debe contar con el ingreso suficiente para sus gastos necesarios.
Por eso el impulso a los programas sociales y a la detonación del empleo con los proyectos que pone en marcha la Cuarta Transformación. Dos millones de nuevos empleos ha prometido el presidente para este año.
Por eso también la importancia de activar el nuevo Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.
El plan económico del presidente López Obrador es muy ambicioso, pero tiene una base real, en el reajuste económico y financiero que se vive a nivel mundial.
Los nacionalismos democráticos toman fuerza y el regionalismo, es decir, el apoyo entre países de la mima zona, es parte de este nuevo orden mundial.
Expertos en la materia como Daniel Estulin, Noam Chomsky, Alfredo Jalife e Immanuel Wallerstein, están de acuerdo en que este nuevo orden es provisional.
La crisis del capitalismo es evidente. Su posición actual está sumamente desgastada.
Algo nuevo va a surgir en el futuro próximo. Algo de carácter social, que no necesariamente tiene que ser el viejo modelo socialista. O algo de carácter económico que puede dar nuevo impulso al capitalismo, sin ser el modelo predador que todos conocemos.
Se trata de un cambio total que afecta la política, las finanzas y la economía, de manera radical.
Mientras tanto, el regionalismo se mira como única posibilidad para librar el momento de crisis que vivimos.
México, con la Cuarta transformación y la visión social del presidente López Obrador, se prepara a enfrentar el difícil momento actual, de acuerdo a las nuevas posibilidades económicas que se abren a quienes entienden estos tiempos de cambio.
El rumbo elegido es el correcto. Los neoliberales trasnochados, están condenados a la extinción.
Malthus Gamba