Álvaro Delgado y el periodismo “ensarapado”
#LaCuartaTransformaciónVa
Hay un posicionamiento del presidente López Obrador que debe tenerse presente siempre, en lo que corresponde a la calidad de los políticos y periodistas de la vieja guardia:
"Hay opositores firmes en sus convicciones, que se manifiestan neoliberales o conservadores, porque tienen confianza en ese proyecto político.
Son dignos de respeto, pues se oponen al cambio abiertamente.
"En forma paralela, hay conservadores que trabajan "ensarapados", diciéndose demócratas, cuando sus actos los denuncian como verdaderos reaccionarios. "Estos últimos son los peligrosos, porque intentan engañar a la sociedad".
En política, abundan este tipo de personajes. Enarbolan banderas de justicia social, que en verdad no defienden. Van por el voto y la confianza la gente. Engañan para crecer políticamente.
Dentro del periodismo, son muy pocos los que se han salvado de la "purga" informativa que viene realizando la sociedad mexicana, desde hace un par de años.
A la mayor parte de los comunicadores, periodistas y reporteros que sirvieron dócilmente al régimen neoliberal, se les tiene plenamente identificados. Son de raza "chayotera" inocultable y sus palabras, análisis, reportajes y datos publicados, son recibidos con justificada desconfianza.
Pero hay unos pocos que han sabido jugar con las nuevas reglas del juego. "Ensarapados" a los que aún se les toma como periodistas responsables y objetivos.
Dos de estos casos son los de Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado.
Ambos fueron poco conocidos durante la etapa neoliberal. Al menos para el ciudadano común. De Álvaro Delgado se sabía que escribía en Proceso, aunque por lo que ha dicho de él Sanjuana Martínez, su compañera de labores en la misma revista, Julio Scherer "no lo consideraba un buen periodista".
En la cuenta de Twitter de Sanjuana Martínez, pueden ser localizados los mensajes en que refiere ese comentario de Scherer.
A la caída del bloque de periodistas "líderes de opinión" en prensa, radio y televisión" surgen figuras que antes fueron secundarias, intentando llenar los espacios que dejan vacantes los desacreditados "chayoteros".
La mayor parte pasan sin pena ni gloria. Otros pocos, consiguen parcialmente ajustarse al cambio, poniendo en práctica un juego de "bandera falsa", en el que adoptan el disfraz de "independientes".
Pero nuestros actos y no nuestras palabras, definen lo que en realidad somos.
Álvaro Delgado publica ayer en El Heraldo de México, una nota en la que señala que "la cúpula política de todos los partidos y la élite económica en el país", concuerdan en que Claudia Sheinbaum será la candidata presidencial de Morena, rumbo al 2024. Que dada su cercanía con el presidente López Obrador, puede darse como un hecho que abanderará al partido en el poder, en la siguiente contienda electoral.
Al mismo tiempo, nos dice que estas "élites del poder político y económico", ven al canciller Marcelo Ebrard como el derrotado indiscutible en esta elección de candidato presidencial, por parte de Morena. En consecuencia, ya piensan en él, como abanderado opositor. Esto, ante la falta de cuadros de prestigio, al interior de los partidos políticos reaccionarios..
A título personal, Delgado afirma que Marcelo pretende ser candidato presidencial en 2024 "ya sea por la vía de Morena o por otro partido, incluyendo la coalición PRIAN, que lo ve como opción".
Agrega que "las valoraciones en las cúpulas partidistas, hasta de Morena, son de que Ebrard no tiene posibilidades de ser candidato del partido oficialista, por más que Mario Delgado, su pupilo, lo presida y se le tiene como un político decidido a serlo, si la candidata morenista es Sheinbaum"
Finaliza su nota de esta manera: "A diferencia de hace casi una década, de acuerdo con los estrategas de oposición, Ebrard no desistirá en 2024 de ser candidato, así sea en contra de López Obrador. Así ven al canciller desde la élite, pero falta que él quiera ser visto así".
Las preguntas sobre esta nota son muchas. ¿Quiénes representan a las "élites económicas y políticas" citadas por Álvaro Delgado"?
¿Quiénes en Morena, dentro de la estructura dirigente, dan por muerto a Marcelo Ebrard, como candidato presidencial?
¿Qué funcionarios federales son parte de esa "élite", que ya eligió candidato, en forma por demás anticipada?
¿De dónde sale la hipótesis de que el canciller iría en contra de López Obrador y su proyecto transformador, si la candidatura de Morena no le favorece?
¿Quiénes le dijeron todo esto a Álvaro Delgado, como si se tratara del supremo sacerdote o confesor, ante el que hay que decir todo un plan bien escondido para el resto mortales?
Y quizá la pregunta más importante. Algo que señala el presidente cuando salen este tipo de notas tendenciosas que intentan descarrilar un proyecto de gobierno, o una carrera política:
¿De parte de quién?
Es impensable que la jefa de gobierno tenga algo que ver en este asunto. Ni ella, ni el canciller, necesitan este tipo de guerra sucia anticipada.
El misil es lanzado desde otras trincheras.
No hay que olvidar que los medios en los que trabajan, o han trabajado hasta hace poco, Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado, reciben financiamiento opositor.
Es público que los hijos del priista Roberto Madrazo Pintado, tienen intereses económicos en "La Octava".
El portal digital "Sin Embargo", donde son directores Páez Varela y Álvaro Delgado, es propiedad de Miguel y Pablo Valladares, priistas y empresarios encumbrados en San Luis Potosí. Familia con un círculo de amigos bastante restringido, pero donde se cuenta al expresidente Peña Nieto. Esto puede ser comprobado, "gogleando" un poco.
Afirmar que Marcelo Ebrard tiene intenciones de abanderar la candidatura opositora prianista, afín a los intereses de Claudio X González es, en el mejor de los casos, una soberana pendejada.
Hablar de "élites políticas y empresariales" que ya están definiendo quiénes van y quiénes no van en el 2024, es otro despropósito.
Señalar que la cercanía personal de Sheinbaum con el presidente, le da el "voto de calidad" indispensable, es pretender revivir un "dedazo" que nada tiene que ver con la honestidad del actual presidente..
Ese "¿De parte de quién?", tiene evidentemente origen opositor. Alguien está "tirando línea" para que se publiquen este tipo de notas, carentes de sustento, objetividad y ética.
Sus acciones y no sus palabras, ubican a políticos y periodistas, en el lado de la cancha en el que en verdad juegan.
Álvaro Delgado da varias de arena, para colocar oportunamente la de cal.
Ésta no es la primera vez que asume un comportamiento poco ético y de corte reaccionario.
La opinión que tenía de él Julio Scherer, parece tener bases sólidas.
Hay que mirar lo que escribe con lupa. Suelta ocho palomas blancas y después, en el momento oportuno, lanza al ave de rapiña, intentando cazar la presa grande.
Ese periodismo nada tiene de ético, ni independiente.
Malthus Gamba